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Exponen

EXPOSICION ENCHROMA

 

Hay un París de Brassai y un París de Willy Ronis. Hay una Ciudad de México de Manuel Álvarez Bravo y un Valparaíso de Sergio Larraín. Hay, incluso, una Nueva York de Weegee. Ciudades que los fotógrafos también construyen. 

La dupla fotografía-ciudad existe desde el momento mismo en que la fotografía abandonó lo pictórico. Podría decirse que, en ella, comienza incluso parte de esa independencia: La pasarela, de Alfred Stieglitz o El pulpo de Alvin Langdon Coburn evidencian una relación con lo urbano que es, sobre todo, posibilidad y exploración. ¿No son acaso fotografía y ciudades (tal y como las conocemos) dos de los grandes signos de la modernidad? ¿Hijas de una misma revoluciónindustrial?

Los fotógrafos se apoderaron de las urbes, revolvieron lo que tienen de imagen fija y, por tanto, superficial. En un siglo (el XX) donde lo turístico redujo identidades a lo kitsch, esadeconstrucción apuntó principalmente a revelar el ángulo más cruento de las ciudades. Enchromatambién descorre una cortina, pero a la inversa: revela el lado más luminoso, más colorido de un Montevideo condenado al mito de su gris europeo y melancólico, y lo muestra como espacio latinoamericano. Es decir, como espacio híbrido. Tal vez porque los fotógrafos aquí reunidos son emigrantes (aunque todo fotógrafo de alguna forma siempre lo es), la mirada es doblemente desprejuiciada. 

Este es el Montevideo de Aaron Sosa, Edgardo Andrade, José Negro y Kremlin Prieto. No hay,en sus imágenes, una búsqueda forzada de belleza. Caos contenido, son la fronteras móviles de una ciudad. 

 

Kelly Martínez-Grandal. Miami, 2024.

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